Había una vez un muchacho llamado Sabino, que era del extranjero. Sabino alquiló una habitación en Valencia, las dueñas de la casa eran unas brujas, eso le habían dicho.
Un día Sabino fue a calentar su comida en el microondas, cuando fue a buscarla no estaba la comida y dijo: ¿ y mi comida?.
Le preguntó a una de las señoras de la casa, pero ella no sabía nada. Entonces fue tu hermana quien se la comió. De inmediato le preguntó y esta le dijo que no había sido.
Y por casualidad no sería Elena la gata?.
Hay si, como que fue ella, miren su boca sucia.
Pues a ti si te perdono Elenita, dice Sabino. jejejeje.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario