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domingo, 16 de junio de 2013

Un secreto... compartimos la lectura del libro Papá el escritor





Felicidades a los padres del mundo, a todos ellos que con su amor abrazan a sus hijos e hijas, acompañándoles paso a paso sus días, guiándoles y protegiéndolos.

Desde Secretos del taller de Omira queremos promover la lectura de este hermoso libro del narrador venezolano Armando José Sequera, que habla desde el corazón de una hija cuyo padre es escritor. Con las vicisitudes diarias se embarca una historia intima, graciosa, dulce e inspiradora: ¨Papá el escritor¨.




¨Ahora está trabajando otros dos libros, uno de cuentos y una novela. Según dice, los dos son para jóvenes.
_Cuando los termine, te los daré a leer, para ver que te parecen _me dijo la semana pasada.
  A mi me gusta ser la primera que lee sus libros. A veces, él no está y yo me meto en su computadora y leo lo que está haciendo, sin que él lo sepa. Eso sí, no puedo cambiarle nada, ni una palabra, porque ahí mismo se da cuenta¨ Pág. 173-174.

Armando José Sequera,
Escritor y periodista venezolano

(Alfaguara Infantil)

sábado, 27 de abril de 2013

Mara L. García...Te comparto mi cuento...!


Mi cuento favorito


Uno de mis cuentos favoritos de mi niñez fue: “Alibabá y los 40 ladrones”. Hay algunas escenas que todavía las recuerdo claramente

1-La escena cuando Alibabá estaba escondido y llegaron los ladrones; ante las palabras mágicas “Ábrete sésamo”, la roca se abrió y penetraron los ladrones en el interior de la roca.  Asimismo cuando salieron dijeron “Ciérrate sésamo” y la puerta de la roca se cerró automáticamente.
  
Cuando viajaba al campo y estaba cerca de alguna peña, solía decir las palabras mágicas para que la roca se abriera.  Nunca se abrió ninguna, ni tampoco encontré la cueva de los 40 ladrones. Recuerdo que a mis 6 años tenía fe que iba a encontrar la roca mágica con el tesoro.

2-La escena del aceite hirviendo. En esta escena el jefe de los ladrones introdujo 39 tinajas en la casa de Alibabá  para matarlo, pero la esposa de éste los descubre y llena las tinajas con aceite hirviendo.  Luego matan al jefe de los ladrones y Alibabá se quedó con todo el tesoro y lo utilizó para hacer el bien.

Después de muchos años me preguntó por qué me gustaba tanto este cuento y encuentro algunas respuestas:


-El escenario- Era un espacio mágico donde sucedían acontecimientos inadmisibles.  El hecho de que una roca se abra me producía fascinación y me hacia introducirme en ese espacio quimérico
-Hay justicia poética-Los malos como los ladrones y el hermano ambicioso de Alibabá perecen y los buenos como Alibabá reciben su recompensa
El suspenso y la tensión-  Como niña el cuento mantuvo mi atención todo el tiempo y estaba esperando lo que iba a ocurrir. Recuerdo que la primera vez que me lo contaron me preocupaba que Alibabá se olvidara las palabras mágicas como le ocurrió a su hermano.
-Activaba la imaginación- Como niña, este cuento activaba mi imaginación y me transportaba a espacios fabulosos donde yo era protagonista de ese cuento
-El final cerrado. Todo se resolvió al final y como niña me gustaban este tipo de desenlaces donde todo se resolvía y yo estaba de acuerdo como finalizó el cuento


Gracias Omira por hacerme volver unos instantes a la etapa hermosa de mi niñez

Mara L. García
Escritora e Investigadora, Professor of Hispanic Literature and Cultures
Presidenta del Instituto de Estudios Vallejianos
Utah-USA  Brigham Young University.


IMÁGENES CORTESÍA DE LA WEB SITE

sábado, 20 de abril de 2013

Verónica Gibbs...Te comparto mi cuento...!


Mi cuento con anécdota de la infancia
               
 Niño Jesús

Todas las mañanas se asomaba al balcón y observaba con envidia a sus amigas manejar la bicicleta, nunca entendió porque no tenía una si era niña buena. En diciembre escribía la carta: “Querido Niño Jesús, siempre me porto bien, pregúntale a mi mamá y papá, quiero una bicicleta. Vero”. Pero el tan esperado regalo no llegaba. Allí va Emilia, la más gordita, esquivando las uvas de playa derramadas en las aceras.                
Allí va Jaime haciendo caballitos y luciendo a las niñas sus maromas ciclistas para conquistarlas. Allí esta Sonia que más que dejarse mecer por la brisa gusta de mantener la bicicleta intacta. Un día revisó sus ahorros y bajó al estacionamiento, estaba su amiga. “Oye Emi, ¿me alquilas tu bici por unas horas? Te doy un “fuerte” si me dejas dar una vuelta”.  Emilia se la entregó. Contenta Verónica, se iba alejando de su vista tomando la bicicleta por los manubrios y ocultando su miedo.  Lo intentó, sudaba, se caía, sus rodillas y codos estaban llenos de raspones pero nada  importaba, tenía una bici en sus manos.
               
Pasaron tres años y estaba ya resignada a no poseer una bicicleta cuando apareció una en su balcón. Entusiasta, aunque con miedo miró al estacionamiento y verificó que no hubiese nadie. Empezó a pedalear, fracaso tras fracaso. Para completar el cuadro bajo Daniel, el catire grande por el que suspiraba, y mientras reía se le acercó: “¿No sabes manejar bicicleta? ¿qué te pasó?” Verónica mostró su pierna herida y el galancito estiró el borde de su franela para limpiar la sangre; ella ardía entre la vergüenza y cercanía de Daniel. Mientras  hacía de enfermero se acercó a su rostro, le ha robado un beso en los labios, el primero para Vero. Cuando llegó la noche aún con las piernas y mejillas enrojecidas le ha escrito una nueva carta: “Gracias, mi Niño Jesús, por demorarte tanto”                                                                      


María Verónica Gibbs M. 
Escritora y poeta de Venezuela
@Guashabita.

IMÁGENES CORTESÍA DE LA WEB SITE

sábado, 13 de abril de 2013

Linsabel Noguera...Te comparto mi cuento...!



Cuando era pequeña, las letras eran otras ilustraciones en los libros que quería aprender a descifrar. Sabía que guardaban algo mágico que me revelaban en parte las imágenes. Tan pronto como empecé a asociar figuras y sonidos, las historias empezaron a aparecer, y lo que las ilustraciones me contaban se hacía mucho más vívido en lo que leía.  Una de las historias a la que llegué porque la ilustración me sedujo fue  Las zapatillas rojas,  de Hans Christian Andersen, en un libro ilustrado por Vicente Ballestar, editado por el Círculo de Lectores. Desde entonces es uno de mis autores y cuentos favoritos. Cada vez que vuelvo a él redescubro esa magia que me mantuvo unida al cuento mucho más allá del momento de leerlo.  Es un cuento moralizante, como la mayoría de los cuentos de Andersen, y con un final bastante duro; el cual, sin embargo, se ve minimizado en mi evocación de niña por el brillo de las zapatillas de baile y la danza macabra de la niña desobediente mientras atravesaba el cementerio y el bosque, que fabriqué en parte por la ilustración y en parte por la descripción de Andersen.


Ilustración
http://anaimartin.blogspot.com/2008/12/h-c-andersen-las-zapatillas-rojas.html


Después de este cuento, fui a otro de Andersen con un final más feliz Los cisnes salvajes y no paré de leerlo hasta el día de hoy, cuando para celebrar su natalicio y el día del libro infantil ya es una tradición contar sus cuentos.


Linsabel Noguera,
Promotora de Lectura, Cuentacuentos, Actriz,
Poeta y Periodista de Venezuela
Coordinadora General de La Ranaencantada

Ilustraciones Cortesía de Ana Martin
@Princesailustra de España

domingo, 7 de abril de 2013

Mercedes Tinoco Obregón...Te comparto mi cuento..!



Uno de los cuentos que más atesoro es Hansel y Gretel. Mi madre nos contaba, en la noche, ésta y otras historias, al lado de mi hermano mayor Carlos Fernando, quien siempre me cubría con una manta para que no me resfriara. La manta para mí era un elemento mágico con el cual yo podía volar, a través de la imaginación, la lectura y los sueños.
En primer lugar, amo esta historia porque en ella, la heroína es Gretel, una niña que diseña un plan para escapar con su hermano de la casa de una bruja malvada.  En segundo lugar porque en el relato reconozco valores como: la fortaleza, la valentía y el amor.
Asimismo, el cuento nos demuestra que los padres no somos infalibles y que muchas veces cometemos errores.  Lo maravilloso es que los hijos también nos enseñan y se convierten en nuestros grandes maestros.

Te comparto mi cuento: Hansel y Gretel
Este cuento de hadas escrito por los hermanos Grimm nos narra la historia de un pobre leñador que abandona a sus hijos en el bosque por sugerencia de la madrastra de los niños. Por suerte, Hansel quien había dejado guijarros a lo largo del camino pudo regresar a casa con su hermana Gretel.

Sin embargo, al día siguiente los niños no tuvieron la misma suerte porque fueron abandonados bosque adentro. Por fortuna, cuando ya no tenían fuerzas por el hambre pudieron encontrar una casita hecha de galletas, dulces y chocolates. Lástima que era propiedad de una bruja caníbal cuyo objetivo era comérselos. No obstante, la niña armó una estrategia para lograr escapar con su hermano, llevando consigo los tesoros de la bruja.
De regreso a casa se encontraron con su padre haciendo leña, quien arrepentido les pidió perdón y prometió nunca más separarse de ellos.  

Mercedes Tinoco Obregón
Profesora Universitaria, Especialista
e investigadora de Literatura.
Perú

Imágenes cortesía de la Web site

domingo, 31 de marzo de 2013

Maigualida Pérez...Te comparto mi cuento!



Recibe mis felicitaciones por el sexto aniversario del Blog Infantil y Juvenil Secretos del Taller de Omira extensivas a todos los niños y jóvenes que conforman tan hermosa página.

Hay una historia muy bella que desde los tiempos de mi tatarabuela Akarantair, la de la dulce boca, contaban las mujeres de mi raza. Ahora me encantaría compartirla con todos ustedes:

Katari, el joven más guapo del pueblo vivía muy feliz con su esposa Anarí, la de los ojos color miel. Un día Katari agarró su machete, su arco y su flecha y se fue caminando muy lejos. Caminaba y caminaba mirando todos los árboles. De repente encontró uno muy alto y grueso y se subió hasta su copa. Estaba tan cerca de las nubes que dio un salto muy grande y se perdió en el cielo.



Esa noche apareció algo que no se había visto nunca: un lucero que brillaba más que cien cocuyos juntos.

Días después Anarí salió por el mismo camino a buscar a su esposo y llegó hasta el árbol gigante y le preguntó: ¿has visto a Katari por aquí? Si, dijo el árbol. Subió a mi copa y saltó al cielo. ¿Puedo hacer lo mismo? preguntó Katari. Si lo deseas, hazlo, respondió el árbol gigante.


Y esa noche al lado del lucero había una estrella que destilaba miel. Decían las abuelas que de allí provenía la dulzura de las mujeres de la raza caribe.

Saba yakera karata guara (agradezco tu lectura)
Besos y bendiciones para todos,



Maigualida Pérez

Profesora, Escritora y especialista en 

Literatura Indígena

Venezolana

jueves, 28 de marzo de 2013

Ricardo Calderón...Te comparto mi cuento!



Aunque no recuerdo exactamente el título de mi primer libro, recuerdo sin embargo cual fue. Recuerdo el día en que el maestro distribuyó los libros del tamaño de un cuaderno con pasta de cartón y dibujos a color entre mis compañeros y yo. Contaba en pocas palabras la historia de una vicuñita que por traviesa se alejó del lado de sus padres, y el pastorcito la buscó en los alrededores hasta encontrarla entre los peñascales de donde la rescató con inmensa alegría. Veo aún en mis recuerdos las figuras a color de las vicuñitas y el pastorcito, y no me he olvidado de ese libro a pesar  de los 65 años transcurridos. Considero que la lectura es lo mejor que aprendí en toda mi vida.

Ricardo Calderón
Poeta y Escritor del Perú
Presidente del Instituto de Cultura Peruana (ICP)
en Miami, Estados Unidos.




domingo, 24 de marzo de 2013

Luz Samanez Paz... Te comparto mi cuento..!

UN CUENTO SIN FIN...

 

¿ Quieren que les cuente un cuento sin fin?... cómo ayer brotaron en mi Jardín, botoncitos de oro i un lindo Jazmín. Cómo las mariposas bailaban con cariño, cerca de las rosas hasta fatigarse.

I que la Retamita del alegre retamal, cuyas gotitas de lluvia, en sus hojas son cristal. ¡Ay! I que la retama, retamita, tenía el oro en sus flores i la esmeralda en sus hojas, para darle a los niños, un ramito nada más...

I que el Sapito verde, que en las noches de lluvia siempre canta su canción: croa, croa... ¿No será tal vez su forma de llorar?. Muchos lo persiguen con gran crueldad. Es que ellos no saben  que la fealdad a veces, oculta un tierno corazón.
I que las Luciérnagas , que son muy pequeñitas, pero no sé cómo cabe el sol en sus ojitos, pues ellas viven en su mundo de farolitos, iluminando siempre con sus chispitas de oro.
I que el Osito de juguete, de felpa graciosa, que en su mirada i en su risa, dejaba algo de terciopelo, o de la Mariposa, o la fragancia de una encarnada Rosa. Mientras desde el naranjo, resbalaba el canto del Ruiseñor, más dulce i más suave.

I que la Arañita, que por un hilo fino, va bajando como jugando. Que su cuerpo es un yoyó que sube i baja, es una caja de un rápido ascensor que viene i va... tejiendo, tejiendo a través de su hilo invisible, que alegre se mece del Sol a la Luna, del Cielo a la Tierra. Teje, teje i corre presurosa con su antiguo encaje, gasta sus agujas tejiendo ligera , uno para arriba, otro para abajo, enlaza los puntos, llena de amor i ternura.
I que el Árbol que acuna el canto de todas las aves, con el verde follaje de sus hojas suaves, raíces profundas  i ramas cariñosas.
I que el Arroyo que corre i salta entre piedrecitas de colores, tierno i transparente. Dejando un aire de frescura, al salpicar tan travieso i juguetón...


NIÑOS, verán las maravillas del Mundo al recorrer... comerán mucha miel en completa libertad. Serán como una Mariposa de lindos colores, que vuela como una Cometa de flor en flor, de nube en nube, que vuela i vuela como un ave que sube en el aire, para ascender al Sol.
Volar, volar, soñar, soñar, jugar, jugar, porque el alma es una Mariposa de lindos colores, una Flor que vuela, para ver las maravillas del Mundo al recorrer en completa libertad...  I volando como una Cometa i cantando como un Gorrión, verán que la Tierra redondita, sí, muy redondita, allá abajo va quedando...


¿ Quieren que les cuente un cuento sin fin?... Pues esperen un rato, que me ponga la media, que me ponga el zapato o que tenga tiempo, para decirles al fin, que ya me voy al Jardín.    



LUZ SAMANEZ PAZ, 
Presidenta Internacional de ASOLAPO
Escritora y Poeta del Perú


jueves, 21 de marzo de 2013

Julio Awad... Te comparto mi cuento!


Te felicito por esta iniciativa. Te comparto mi cuento:
Una de las cosas que más me gustaban cuando era niño era, aunque parezca una locura, cuando fallaba la electricidad. A la luz de las velas, mi papá nos leía "Las Mil y Una Noches" con su cálido acento árabe. De entre todas las historias de ese libro, mis favoritas y también muy conocidas eran "Los Viajes de Simbad, el Marino". Aunque no entendía cómo un solo hombre podía soportar tantos predicamentos y salir bien librado (y lleno de riquezas) de todos ellos, me maravillaba la fantasía de cada uno de los viajes: la isla que era en verdad una ballena, el escape atado a la pata de un ave gigante, el valle de los diamantes... todo era mágico. 

Julio Awad
Escritor y Editor de Ecuador







IMÁGENES DE LOS LIBROS CORTESÍA DE LA WEB


domingo, 17 de marzo de 2013

Nobel Alfonso ...Te Comparto mi cuento...!


Qué idea tan magnífica... 

En mi caso, los mejores cuentos que recuerdo no están escritos; nos los hacía mi hermano mayor, Pedro José, a mí y a Marcos, mi hermano menor, todas las noches antes de dormir, cuando eramos niños. 

Eran historias que él se inventaba cada vez,unas acerca del "Monito Quique" y sus andanzas en la selva, y otras con las ocurrencias de "Juan Bobo y Pedro Animal" dos personajes fabulosos, uno muy tonto y el otro muy bruto, que por mucho tiempo pensé que eran del invento de mi hermano, pero que después supe que son parte del folclor dominicano. 

Las historias que hilvanaba mi hermano Pedro José con el Monito Quique y con Juan Bobo y Pedro Animal eran "historias sin fin", hasta que caíamos rendidos por el sueño...


Las Cosas de Juan "Bobo" y Pedro "Animal"

1. Juan Bobo, era tan, pero tan campesino, que creía que los vehículos 4x4 tenían 16 ruedas.

2. "Mira, Pedro, me compré un reló."
"¿Qué marca?" , pregunta Juan Bobo
"¡Pue la hora, hombe!"

3. Le preguntan a Pedro Animal:
"Pedro ¿Por qué van 19 campesinos al cine?"
"Oh, Poique la película es prohibida para menos de 18. "

4. "Juan Bobo, ¿cómo se escribe 'bala'?"
"Pues como suena, Pedro."
Y Pedro Animal escribió: "PUM".

5. Van dos campesinos en un bote: "Oye, Juan Bobo, ¿tú sabe poiqué los buzos se tiran hacia atrá al mar?"
"¡Oh, pero bueno! Poique si se tiran hacia el frente caen al bote......"

6. Suena el teléfono en la casa de Juan Bobo:
"Oye, Juan Bobo, te llamo poi la coitadora de grama."
"¡Oh pero bueno Pedro, pero qué bien se escucha!"

7. Le preguntan a Pedro Animal:
"Pedro, ¿Por qué los campesinos hicieron una cancha de fútbol de 72 kilómetros?"
"Oh, Poique se enteraron que iban a jugar contra el resto del mundo."


Nobel Alfonso
Comunicador y Escritor de República Dominicana

ALGUNOS DE LOS LIBROS DE JUAN BOBO