LA PAJARITA
Por: Danilo Sánchez Lihón
(Escritor y promotor cultural peruano)
Erase una vez una pajarita que volaba, volaba y volaba por el cielo abierto, sereno y azul.
Era una mañana muy clara y tanto y tanto voló la pajarita que sus alas se cansaron.
Divisó una piedra y hacia ella bajó agitando sus alas y estiradas sus patitas.
La piedra estaba caliente y saltando de ardor se le ampollaron las patitas.
La pajarita revoloteando sobre la piedra le reprochó:
– ¡Piedra, piedra, piedra! ¿Por qué has quemado mis patitas?
La piedra alzando sus ojos azorados le dijo:
– ¡Ay, pajarita, pajarita, pajarita! ¿Qué puedo hacer si el sol con sus rayos dorados me calienta a mí?
La pajarita alzando el vuelo volando, volando y volando enrumbó hacia donde brillaba el sol. Ni muy cerca ni muy lejos le habló así:
– ¡Sol, sol, sol! ¿Por qué calientas con tus rayos ardorosos a la piedra y la piedra sin querer quema mis patitas?
El sol haciendo flotar sus cabellos rubios y abriendo y cerrando sus párpados de oro le dijo:
– ¡Ay, pajarita, pajarita, pajarita! ¡Son las nubes que en cualquier momento me ocultan, a veces me nublan jaspeando con sus vellones de lana mis ojos y a ratos me descubren, entonces caliento la piedra y la piedra quema tus patitas!
La pajarita batiendo sus alas se dirigió a las nubes y posada en una de ellas, les habló así:
– ¡Nubes, nubes, nubes! ¿Por qué a momentos ocultan al sol, a veces lo nublan y a tantos lo descubren, el sol calienta la piedra y la piedra quema mis patitas?
Las nubes haciendo flotar por el aire sus bufandas blancas le respondieron:
– ¡Ay, pajarita, pajarita, pajarita! ¡Es el viento que nos arrastra por aquí y por allá, y así ocultamos, nublamos o descubrimos al sol, el sol calienta la piedra y la piedra quema tus patitas!
La pajarita miró al viento a lo lejos y se fue volando, volando, volando y subida en uno de sus rulos flotantes les habló así:
– ¡Viento, viento, viento! ¿Por qué arrastran las nubes, las nubes ocultan, nublan o descubren al sol, el sol calienta la piedra y la piedra quema mis patitas?
El viento recogiendo una punta de su poncho le dijo:
– ¡Sube pajarita! Vamos a dar un paseo y después le diremos a las nubes, al sol y a la piedra que tengan cuidado y no quemen tus patitas. ¡Sube, pajarita!
Y la pajarita ahora feliz en las alas del viento recorre el mundo.
El cuento "La pajarita" no puede ser reproducido por editoriales con fines lucrativos.
Teléfonos del autor: 420-3343 y 420-3860 (Perú)
Cortesía para Secretos del taller de Omira
Imagen Cortesía de la Web
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