El pasado 6 de junio, el poeta venezolano Eugenio Montejo (1938-2008), ganador del Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz, México 2004, tomó el tren - tren - tren a tierras desconocidas. Sus vagones estan repletos de poesía estimulante, comprometida y versatil con la palabra. Sus líneas de escape lo llevaron al quehacer de la creación literaria infantil, pero su incursión en la poesía para niños lleva la firma de Eduardo Polo. Los veinte poemas que se reunen en Chamario, reviven el recreo eterno de los niños, son alegres, lúdicos, ruidosos de ternura, rítmicos y de fauna amistosa. Aún cuando el poeta subió al tren del eterno viaje, nosotros podemos subirnos de vez en cuando a buscar en sus vagones sus poemas imperecederos: " con el deseo de que alguna de sus páginas consiga hacerles más felices las horas en estos días en que despunta un nuevo milenio", estas sus palabras en Chamario, 2005. de Ediciones Ekaré.
El Tren
Por: Eduardo Polo
Por la puerta de mi casa
va pasando un tren-tren-tren.
Si se para, yo me monto
y a ti te monto también.
Sus vagones son veloces,
los viajeros no se ven.
Si se para, yo me monto
y a ti te monto también.
Muchos dicen que no existe,
pero están en el andén.
Si se para, yo me monto
y a ti te monto también.
Mi abuelo cuando era niño
viajó mucho en tren-tren-tren,
después se puso viejito
contando del uno al cien.
Si se para, yo me monto
y a ti te monto también.
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