Jesús Rosas Marcano nació en La Asunción, Estado Nueva Esparta, el 5 de enero de 1931. Docente, profesor universitario, investigador, periodista, cronista, humorista en verso y poeta, escribió distintos acontecimientos que pasaban en su entorno, de una manera muy particular, en verso. Sus seudónimos en el medio periodísticos fueron Cirio, Hisopo, H-C, Ross Mar. Se despide materialmente de nosotros el 7 de mayo de 2001. Deja un legado de verdadera creación poética, pero muy especialmente su producción en el mundo de la literatura infantil es un tesoro por explorar para nuevas generaciones: Proclama de la Espiga. (1958), Cotiledón, cotiledón la vida… (1965), La ciudad. (1968), Manso Vidrio del Aire. (1969), Así en la tierra como en el cielo. (1976), El agua cotidiana. (1981), El Mago del Cuento. (1988) y Siempre Amanece, (1998).
Jesús Rosas Marcano, no compuso música en pentagrama, su poesía denomina un soporte musical que representa y conservan un repertorio que identifica la cultura venezolana. Y la música será el elemento donde la letra lírica de Rosas Marcano manifieste la memoria de distintos acontecimientos.
Su pluma creadora, no sólo dejó constancia en el papel, su discurso lírico en el ámbito musical ha sido revivido en las voces de cantantes venezolanos como María Rivas, los grupos Un Solo Pueblo, Daiquirí y Serenata Guayanesa para nombrar los más conocidos, pues alrededor de cincuenta canciones escribió, cargadas de expresiones, vivencias populares, que en todo caso son memorias colectivas muy venezolanas, enunciadoras de crónicas, panorama de una entidad cultural que nos pertenece.
En Venezuela, todos hemos escuchado: Botaste la Bola, Quién ha visto negro como yo, María Paleta, definitivamente canciones populares, poesía para todos, cantadas por todos.
Pero sin duda, su poesía infantil se proyectó gracias al interés del maestro Alberto Grau, fundador de la Schola Cantorum de Caracas, quien en el año 1999 obtuvo el Premio de Composición y Expresión Coral (Sexta Edición) que otorga el Gobierno de Canarias con la obra Opereta Ecológica. La Opereta Ecológica , está compuesta por Cuatro Actos: Acto del Río, Acto del Árbol, Acto del Viento y Acto del Mar.
La Opereta Ecológica es la conjugación de los nobles versos que salieron a la luz en el Poemario Siempre Amanece (1998).
Acto del Viento
Yo soy el viento de la mañana,
pongo en la fronda mi remolino;
hago la fiesta más delicada
con las agujas que tiene el pino
Yo hago que dancen todos los juncos…
que cada caña tenga un silbido.
Soy el transporte de los rumores.
Soy el aliento del bosque vivo
Soplo en las olas de los océanos,
soplo en las velas de los navíos
y al mar le pongo pañuelos blancos
y pongo arena por todo el río
(p.51)
Acto del Mar
Soy el mar azul, mi traje hace escala
Del azul más claro al más encendido.
Cuando hay plenilunio la luna que es buena
Me llena de flores de plata el vestido.
Azul de la noche sin límite cierto,
¡Ay! Cómo me asusta tu canción de abismo
¡Ay! Azul del día, del aguamarina,
azul verde Nilo, azul verde monte.
Azul repartido en la transparencia
Y azul apretado en el horizonte
(p.51)
Las Fotos: Paisaje de la Isla de Margarita, Por Argenis Bellizzio Poyer.
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