
miércoles, 1 de julio de 2009
MIRAR CONTIGO

domingo, 26 de abril de 2009
MIS QUINCE AGRADECIMIENTOS
Celebrando los 15 años de Natalia!, María-Sofía, Omira y Gabriela.
jueves, 12 de marzo de 2009
MUJERES DEL SIGLO XXI

Por: Natalia Alfonzo
Supe que nacistes el 31 de Julio de 1965, en Gloucestershire, Inglaterra. Que en 1990 mientras viajabas en un tren demorado durante 4 horas desde Manchester hasta Londres, un poco agotada, querías dormirte, pero tu cuerpo no lo permitía, tratabas de buscar a alguien con quien conversar pero todos en ese vagón del tren, que te ubicaste, estaban dormidos… Un hombre bostezando, seguidamente de un bebé en brazos de su madre que también bostezaban, te transmitieron, te contagiaron de ese abrir de boca profundo y tan relajante que pausadamente te apoyaste sobre el vidrio de la ventana, y poco a poco fuiste cerrando un ojo, luego el otro, hasta que echaste un último bostezo y lentamente te fuiste quedando dormida. Allí empezó a volar tu talento, una ilusión-ficción que te hizo una mujer exitosa. Surgió en tu mente una historia completamente formada, la idea de una escuela de hechiceros, y comenzaste a escribir inmediatamente lo que imaginaste. Primero empezaste con un personaje, luego naturalmente fueron apareciendo los demás y así fueron afloraron situaciones en tu cabeza.
Formas parte de la iglesia de Escocia. Y en una ocasión dijiste: "Creo en Dios, no creo en la magia"
Es una escritora británica, principalmente reconocida por ser la creadora de la serie de libros “Harry Potter”. Como Joanne Rowling desde que era niña nadie la llamaba por su nombre, y como no tenía uno segundo, decidió crearse un seudónimo para la producción de sus libros:
En otros tiempos escribías historias fantásticas que se las contabas a tu hermana cuando aún eran pequeñas. Pero jamás pensastes que serias esa exitosa mujer... escritora de historias inimaginables que llegó a cautivar la mente y el corazón de los jóvenes y los adultos de hoy en el mundo, pero con mayor fuerza: el mío.
viernes, 3 de agosto de 2007
CUENTOS PARA LEER EN VACACIONES
Roxana invitó a María a comer helado en el quiosco del italiano. María era una niña pequeña, tenía 4 años, con unos rizos castaños, ojos color miel y su piel blanca como la leche, en fin era una niña muy bella.
Al llegar al quiosco del italiano Roxana le dijo:- por favor déme dos helados de mantecado. Enseguida se lo dieron.
María al agarrarlo se le cayó en el piso, ella rápidamente le pidió una servilleta al italiano, pero cuando lo fue a limpiar el helado se había derretido en el piso y ella le dijo a Roxana:
_Roxana, el helado ha desaparecido, es mágico.
_No María, lo que pasa es que se derritió.
_No te creo Roxana, tu me estas mintiendo, como tengo 4 años no me dices la verdad, o te lo comiste ¿verdad?
EL BURRO QUE LE MORDIÓ LA NARIZ A UN SEÑOR
POR: GABRIEL BRAVO
Había una vez, hace 5 años un burro que estaba en un gran zoológico de contacto ubicado en Colombia, ese burro era muy tremendo y bochinchero, y tiene un cuento que dice así:
Un día un señor fue a ese zoológico, había caminado mucho, al rato vio un burro que se veía tranquilito, entonces el señor agarró una zanahoria, se acercó a la boca del burro y de repente le quito la zanahoria. El burro se puso tan molesto que le mordió la nariz al señor y este grito: ¡Ahhhhhhhh! Con todas sus fuerzas.
El vigilante lo escuchó y corrió hasta el señor, y el vigilante le dijo al dueño del Zoológico que si volvía a pasar eso tendrían que sacrificar al burro.
Al siguiente día el dueño entrenó al burro, y el burrito no volvió a morder a nadie. Pero igual en el Zoológico pusieron un letrero que decía:
“Alimente al burro, pero aliméntelo de verdad o sino le puede pasar algo”.
Ruanito es un niño muy alto, y cada vez que ve a una persona bajando una manzana, un mango u otra cosa de un árbol, él se ofrece a ayudarlas y a veces se mete en problemas. En la escuela nadie se la lleva bien con Ruanito a pesar de que es muy inteligente y dispuesto a ayudar.
Un día Ruanito, después de llegar de la escuela fue directo a la cocina a ver que tipo de comida había para el almuerzo… escuchó a alguien llorando, Ruanito pensó que debía ayudar y al mismo tiempo dudó, quizás le traería nuevamente problemas, otra vez…… pero primero se asomó por la ventana y al ver que era una niñita quien lloraba debajo de un árbol, se acercó a donde ella se encontraba para conocer las razones que la hacían llorar de esa manera.
Al llegar, afinó su voz, y dijo:
- ¿Qué te pasa?
- Aa… es… es… que… que… -respondió la niña-
- No tengas pena –dijo Ruanito- dímelo.
- Yo…yo soy una…aa ni…iiña muy llo…oo…rona
- ¿Por qué?
La niña al ver que era un niño que no le podía hacer daño, solo ayudarla, le dijo:
- Porque cada vez que veo una familia unida compartiendo me pongo a llorar, porque me recuerdo de… de…
- De que…? -Dijo Ruanito-
- Que tengo 7 años de mi vida buscando por las calles a mi papi y a mi mami…
- Ahhh…pero ¿Por qué estas llorando debajo de un árbol?
- Porque mamá y papá siempre me dicen que no llore, pero como yo no sé donde están me pongo debajo de un árbol de muchas hojas verdes y bonitas para que no me vean llorando desde allá arriba…
- Ahhh... – suspiró Ruanito- Entiendo…
Ruanito analizó… pero le dio algo en su pecho, pues tenía vergüenza de decirle que ellos dos fallecieron… Entonces le dijo:
- Pero ya no llores, aunque te escondas o no, ellos siempre te estarán cuidando.
- ¿Y cómo tú sabes? –Preguntó la niñita.
Ruanito muy silencioso se le acercó al oído y le dijo:
- Ellos me lo han dicho…
- ¿Y cómo?
- Por medio del corazón. Respondió indeciso Ruanito.
- Guaoooo! Se tranquilizó la pequeña.
Y se hicieron grandes amigos.
martes, 1 de mayo de 2007
HOMENAJE A LAS MADRES EN SU DIA
Por: Natalia Alfonzo
la que me mantuviste
con mucho calor…
durante nueve meses.
Desde allá adentro…
adentro de tu barriguita…
yo oía tu linda voz
que era como una canción,
que se quedó grabada
en mi pensamiento…
y al día de hoy…
todavía la recuerdo.
Y por esa razón
yo te quiero…
Y cada vez
mi corazón se ilusiona
al recordar esa linda voz
que me acompañó
que estuve
Y cuando estoy contigo
me lleno de entusiasmo
para darte otro abrazo
y seguir triunfando.