Uno de los cuentos que más atesoro es Hansel y Gretel.
Mi madre nos contaba, en la noche, ésta y otras historias, al lado de mi
hermano mayor Carlos Fernando, quien siempre me cubría con una manta para que
no me resfriara. La manta para mí era un elemento mágico con el cual yo podía
volar, a través de la imaginación, la lectura y los sueños.
En primer lugar, amo esta historia porque en ella, la heroína es Gretel, una niña que diseña un plan
para escapar con su hermano de la casa de una bruja malvada. En segundo lugar porque en el relato reconozco
valores como: la fortaleza, la valentía y el amor.
Asimismo, el cuento nos demuestra que los padres no
somos infalibles y que muchas veces cometemos errores. Lo maravilloso es que los hijos también nos
enseñan y se convierten en nuestros grandes maestros.
Te comparto mi cuento:
Hansel y Gretel
Este cuento de hadas escrito por los hermanos Grimm nos
narra la historia de un pobre leñador que abandona a sus hijos en el bosque por
sugerencia de la madrastra de los niños. Por suerte, Hansel quien había dejado
guijarros a lo largo del camino pudo regresar a casa con su hermana Gretel.
Sin embargo, al día siguiente los niños no tuvieron la
misma suerte porque fueron abandonados bosque adentro. Por fortuna, cuando ya
no tenían fuerzas por el hambre pudieron encontrar una casita hecha de galletas,
dulces y chocolates. Lástima que era propiedad de una bruja caníbal cuyo
objetivo era comérselos. No obstante, la niña armó una estrategia para lograr
escapar con su hermano, llevando consigo los tesoros de la bruja.
De regreso a casa se encontraron con su padre haciendo
leña, quien arrepentido les pidió perdón y prometió nunca más separarse de
ellos.
Mercedes Tinoco Obregón
Profesora Universitaria, Especialista
e investigadora de Literatura.
e investigadora de Literatura.
Perú
Imágenes cortesía de la Web site
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