jueves, 15 de enero de 2009

AMISTAD


A mi círculo maravilloso de amig@s.

Al iniciar un nuevo año solemos recordar los mejores momentos que vivimos. Por eso los invito a guardar en su corazón aquellos donde la alegria, la solidaridad y la amistad enriquecieron de luz nuestros días. En el 2009 proponte seguir regando tu jardín, si lo observas detenidamente está colmado de flores tan distintas entre sí en colores y aromas, proponte a seguir en el aire el vuelo de las mariposas y las libelulas, a disfrutar del sol y su calor armonioso...Así, es la amistad con nuestros amigos y amigas del pasado y del presente... Todos estamos reunidos en un inmenso y maravilloso jardín... que debemos cuidar, querer y respetar... porque aunque algunos esten lejos y otros esten muy cerca...siempre estan junto a nosotros! QUE TENGAN UN GRAN 2009


LOS CHOCOLATES DE JAIME



Por: Jaime Huertas Fernández
Escritor venezolano y mi amigo desde el Colegio San Agustín, El Marqués.



Dedicado a las chicas del salón H.

Hoy en la mañana, no sé por qué, estuve pensando en ustedes "muchachas" .
Fui a llevarle unos cuadros a Sami (tiene una buena colección gracias a su amigo), y como siempre, luego de dejárselos en la chocolatería Mozart, donde es el encargado de la producción, me dio, cual buen anfitrión, una bolsita repleta de chocolates. Al salir del CCCT, estaban cayendo las primeras gotas y había tráfico para ir a la galería, en la Castellana. Como estaba aburrido, miré la bolsita de chocolates y saqué uno: Tenía un olor azucarado, cálido y vaporoso. Me comí cinco, uno tras otro sin detenerme. El primero sonaba "chonchi" al morderlo, el siguiente tenía fruta, luego tomé el de chocolate blanco, otro oscuro, y uno relleno. Cada vez que comía uno, iba pensando en mis amigas del colegio: Dianita, Omira, Ana María S., Ana María C., Joam... De pronto me detuve y dije -¡No como más porque voy a "engordar"!- Bajé la mano para tocar mi abdomen, pero ahí seguían los cuadritos. -¡Aaah!- Saqué el siguiente y seguí comiéndolos sin complejos, sin angustias..., sin "remordimientos"; y continuié pensando en mis amigas: Mayra, Nohemi, Neyled... Miré el cielo y parecía un ingente dulce de azúcar, de esos que te dan en las ferias y no lo botas hasta que ves la masa dura pegada al palito de papel. Entonces, bien satisfecho y relajado, pensé mientras degustaba el último chocolate de la bolsa: -Definitivamente ¡qué afotunados somos los hombres!...
Foto: OMIBELL (Jardin de Zapatos, San Francisco California, EE.UU)

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