Hoy es mi cumpleaños, me lo recuerdan
Por: Ernesto Kahan, Poeta de Israel-Argentina-Premio Nobel de la Paz 1985.
Por: Ernesto Kahan, Poeta de Israel-Argentina-Premio Nobel de la Paz 1985.
Diciembre 2, 2013
Hoy, una quinta vela es
encendida en el candelabro de la fiesta de las luces
de la tradición hebrea,
en el norte los cirios en la virgen de los ciegos brillan coronados en Santa Lucía
y mañana los árboles de Navidad también nos recordarán que luz es la vida
y el amor, la paz.
Hoy es mi cumpleaños y llegan mis queridos con abrazos y mimos.
Son mi luz particular...
Abro las ventanas para que llegue el aroma de la tierra sedienta
y el de Eva vestida de arte humano en forma de Venus y manantial.
Anuncio y pido:
Que se enciendan las antorchas del conocimiento;
tantas veces maltratado y otras tantas renacido;
Que las manos sean puentes de esperanzas y necesarios olvidos;
Que se unan en vínculos abarcando al mundo;
Que será solamente uno, o en su sustitución, ninguno.
Hoy medito en mi tiempo, lo que quiero y lo que parece ya perdido...
Medito y recibo la luz que me llega de mis amigos,
ladrillos que son refugios llamados hogar
y horas de perfume y plantas de mi jardín al respirar,
Hoy quiero recordar mi infancia, saludar al que pasó en el espejo
y a ti, en las ondas de sonidos y letras darte la bienvenida, compañero.
¡Ah! Y comer pan a la hora del café y decir a todos "buen día"
y por el barrio caminar.
Y a un recién nacido mirar y sin despertarlo decirle:
"Hice lo posible por tu supervivencia, seguro no bastante
y seguro lejos de un laurel..."
"¡Qué la vida te sonría!"
de la tradición hebrea,
en el norte los cirios en la virgen de los ciegos brillan coronados en Santa Lucía
y mañana los árboles de Navidad también nos recordarán que luz es la vida
y el amor, la paz.
Hoy es mi cumpleaños y llegan mis queridos con abrazos y mimos.
Son mi luz particular...
Abro las ventanas para que llegue el aroma de la tierra sedienta
y el de Eva vestida de arte humano en forma de Venus y manantial.
Anuncio y pido:
Que se enciendan las antorchas del conocimiento;
tantas veces maltratado y otras tantas renacido;
Que las manos sean puentes de esperanzas y necesarios olvidos;
Que se unan en vínculos abarcando al mundo;
Que será solamente uno, o en su sustitución, ninguno.
Hoy medito en mi tiempo, lo que quiero y lo que parece ya perdido...
Medito y recibo la luz que me llega de mis amigos,
ladrillos que son refugios llamados hogar
y horas de perfume y plantas de mi jardín al respirar,
Hoy quiero recordar mi infancia, saludar al que pasó en el espejo
y a ti, en las ondas de sonidos y letras darte la bienvenida, compañero.
¡Ah! Y comer pan a la hora del café y decir a todos "buen día"
y por el barrio caminar.
Y a un recién nacido mirar y sin despertarlo decirle:
"Hice lo posible por tu supervivencia, seguro no bastante
y seguro lejos de un laurel..."
"¡Qué la vida te sonría!"
Imágen: Obra del artista
Berthe Morisot (1841-1895)-
En los campos de trigo de Gennevilliers
Musée d´Orsay
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